El accidente ocurrió el día 7 de septiembre de 2010 por la noche, concretamente a las 00:04 minutos por lo que oficialmente era ya día 8 de septiembre.
Mikel llegó de Madrid y fue dejando a sus amigos en sus respectivas casas. Primero a Patricia en Bilbao y luego a Yoseba en Portugalete. Habitualmente Mikel prefería venir por Rontegui aunque tuviese que recorrer 15 km. más, pero aquella noche quiso llegar antes a casa y decidió cruzar el Puente Colgante.
Caía lluvia fina, conocido en el País Vasco como “sirimiri”. El suelo de la barquilla del transbordador era de madera y se encontraba lleno de restos de aceites y carburantes, además de estar desgastado por el paso de vehículos. . El firme no ha sufrido modificación alguna desde la fecha en que se construyera e inaugurara la nueva barquilla de pasajeros existentes a día de hoy el 13 de noviembre de 1998. El firme de la barquilla y a pesar de los dos accidentes mortales que se han producido en un período de 5 años, (2005 y 2010) no se ha modificado hasta el año 2014 después de 16 años.
La barquilla que cruza de un lado a otro de la ría se encontraba abierta en el lado de Portugalete. El encargado de vigilar la entrada de los vehículos no se encontraba en su puesto de trabajo.
Según los testigos de la chocolatería con vistas al Puente, Mikel entró despacio. La primera pericial de la Ertzaintza calculó una velocidad de12,85 Km/h y la segunda, encargada por la familia, hizo un cálculo de12,1 Km/h velocidad de salida de la barquilla.
En el mismo atestado de la Ertzaintza se reseña que “el suelo de la barcaza de transporte perteneciente al Puente Colgante, estaba muy resbaladizo, ocasionando dificultad para poder andar en el mismo”. También se reseña que “tras el accidente llegó a la plataforma la persona que controlaba el Puente de Bizkaia, lo hizo corriendo y al comienzo de la barquilla se cayó al suelo tras patinarse. Se le levantaron los pies hacia delante, por lo que no fue un tropiezo”.
Cuando la superficie de la barquilla está mojada, según la Ertzaintza, la adherencia es de entre un 0,10 y 0,20, lo que indicaría una superficie semejante a la de una superficie con hielo o con nieve.
A parte de esto también figura en el atestado elaborado por la Ertzaintza que “en las barreras no se aprecian desperfectos reseñables. Todo apunta a que más que una función de contención, su cometido es disuasorio. El instructor de la presente al realizar el informe fotográfico, empujó la barrera por donde supuestamente chocó el turismo y casi sin esfuerzo pudo moverla unos 10º hacia fuera”.
El informe técnico permite afirmar que la velocidad no fue excesiva ni inadecuada y que los neumáticos que portaba el turismo presentaban el nivel de adherencia en mojado más alto del mercado, la denominada tracción AA. Además, el análisis toxicológico de Mikel dio negativo.
Mikel acaba de cambiar las ruedas y las pastillas de freno pero aún así, Mikel se encontró con el escenario perfecto para perder la vida.